Un gatito llamado FEO vivía en una casa en el campo. Brown, el gato de la casa, le enseñó a leer, a hacer calceta y a jugar al ajedrez.
Un día, FEO se tropezó con el perro de la casa y se asustó. Se escondió en un armario y allí se quedó hasta que el perro se fue.
FEO quería ser amigo de Brown, pero siempre estaba asustado. Un día, decidió enfrentarse al perro y se dio cuenta de que no era tan malo como pensaba.
FEO se volvió un gato muy valiente y decidió salir a explorar el mundo. Al final, se dio cuenta de que era el gato más feliz del mundo.