En la ciudad de Lima, Perú, vivía un perro loco llamado Chispas. Chispas era un perro muy cariñoso y simpático, pero a veces se comportaba de forma muy extraña. Un día, Chispas se asomó a una ventana de un edificio en pleno centro de Lima y vio a todos los peatones corriendo de un lado a otro. «¡Qué Locura!» pensó Chispas. «Seguro que están buscando a unos ladrones o a un asesino. ¡Qué estresante es esta ciudad!».
Un día, Chispas se escapó de casa y se dirigió a un parque en el centro de Lima. Allí se encontró con otros perros que también estaban corriendo de un lado a otro. «¿Qué están haciendo todos estos perros?» se preguntó Chispas. «Seguro que están buscando a un ladrón o a un asesino. ¡Qué estresante es esta ciudad!».
Un día, Chispas se escapó de casa y se dirigió a una plaza en el centro de Lima. Allí se encontró con una perra que también estaba corriendo de un lado a otro. «¿Qué estás buscando?» le preguntó Chispas. «Seguro que estás buscando a un ladrón o a un asesino. ¡Qué estresante es esta ciudad!».
Un día, Chispas se escapó de casa y se dirigió a una tienda de mascotas en el centro de Lima. Allí se encontró con un gato que también estaba corriendo de un lado a otro. «¿Qué estás buscando?» le preguntó Chispas. «Seguro que estás buscando a un ladrón o a un asesino. ¡Qué estresante es esta ciudad!».
Finalmente, Chispas se cansó de correr de un lado a otro y se acostó en un rincón de la plaza a dormir. «Qué estresante es esta ciudad», pensó Chispas. «Seguro que nunca vuelvo a venir aquí».